comidas, lugares, historias...

Los lugares que inspiran historias que contar, sabores que experimentar y viceversa.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

gratinado de quinoa con verduras




INGREDIENTES

Quinoa

Puerro

Calabacín

Espinacas

Zanahoria

Berenjena

Pimiento verde

Dientes de ajo

Pasas

Aceite de oliva virgen

Sal marina

Pimienta negra recién molida

Queso majorero semi curado

Agua

Primero hay que lavar bien la quinoa. Después de escurrirla la tostamos en una sartén sin aceite, removiéndola sin parar, hasta que se empiece a dorar. Así conseguimos que suelte su aroma y después queda más rica.

Para cocinarla se ponen dos medidas de agua por una de quinoa y un chorrito muy finito de aceite de oliva. Cuando empiece a hervir, se baja el fuego y se tapa. En unos 15 minutos más o menos está hecha y el agua consumida. A media cocción es cuando se pone un poquito de sal.

Por otro lado se trocean las verduras bastante pequeñitas y se pueden hacer dos cosas. O bien se pasan por la plancha muy levemente o bien se ponen crudas directamente en la misma fuente del horno con la quinoa. Se mezcla todo muy bien, ahora con las pasas y la pimienta negra también.

Se ralla el queso y se mete en el horno a gratinar, a fuego suave, hasta que se empiece a derretir y ya está listo para comer.

Éste es un plato muy energético, por lo que para mí es un plato único. La quinoa tiene mucho alimento, y suele llenar sin dejar sensación de pesadez.

Yo compro quinoa orgánica y si puede ser toda la verdura también pues mejor.

Para que quede crujiente la verdura, yo prefiero ponerla casi cruda, y así queda muy poco hecha, lo que por otro lado consigue que no pierda tantas vitaminas. Del mismo modo, no uso mucho fuego en el horno.

lunes, 5 de diciembre de 2011

salmorejo


INGREDIENTES

Tomates maduros de la Aldea (más o menos un kilo)

Pan del día anterior

Aceite de oliva virgen

Vinagre de cidra

Dientes de ajo

Sal marina

Pimienta negra recién molida

Agua mineral

Cilantro en rama

Es súper fácil. Se pone el pan remojo con agua, aceite y vinagre. Se añaden todos los demás ingredientes y se pasa por la batidora. Se enfría en la nevera y al servir se añade un poco de cilantro picado.



Bueno así es como lo hago yo. Es muy refrescante porque se toma fría.

Es importante que los tomates estén en su punto, bien maduros. La cantidad de ajos depende de si les gusta que pique un poco o no. A este último que hice le puse tres porque quería bastante salmorejo. Creo que lo ideal es ir probando y sobre la marcha rectificando de sal, agua, pimienta y todo lo demás. Si les gusta espesito se pone un poco más de pan. A mí personalmente me gusta beberlo, así que no uso mucho pan.

Mucha gente lo adorna, al servirlo, con jamón serrano en taquitos y huevo duro picado. Pero si eres vegetariano o no te apetece tomar nada de proteína animal, está riquísimo sin nada de eso, por eso no aparece en mis ingredientes. Con un toque de cilantro picadito por encima queda perfecto.

La combinación de cilantro y tomate es algo muy de la Aldea, me recuerda mucho a los sabores en casa de mi abuela. Ella cocinaba increíblemente bien, me imagino que como casi todas las abuelas. Nunca medía nada, todo lo hacía al ojo. Recuerdo preguntarle cuánto de algo llevaba una receta y ella siempre me respondía un pisco, un puñao, un poquito na más, y otras cosas parecidas. Eso es algo que a mí me sacaba de quicio, yo quería saber la receta exacta. No lo entendía, sin embargo ahora es algo que me encanta.

domingo, 4 de diciembre de 2011

pudin


INGREDIENTES

Pan

Agua

Un vaso de Leche

Una cucharada de mantequilla derretida

Pasas

Dátiles

Un huevo

Canela

Ralladura de limón

Caramelo líquido

Para hacer el pudin se puede usar pan de varios días, cuando ya se ha puesto duro para comerlo, y sobre todo a mí me gusta hacerlo con pan negro, porque queda más consistente y con un sabor más fuerte y rico...

Hay mucha gente que el pone azúcar al pudin, pero a mi me parece que con los frutos secos ya queda bastante dulce, además del toque del caramelo líquido, y no me gusta que sea empalagoso.

Las cantidades depende del molde que se use y de la cantidad de frutos secos que se quiera añadir, así que eso ya depende de cada uno.

Se pueden añadir también trozos de frutas y cambiar los frutos secos por los que se tenga en ese momento.

El último que hice tenía gajos de mandarina y semillas de amapola, además de los ingredientes que aparecen aquí. Y quedó riquísimo!!! Lo acabo de probar, como pueden ver en la foto, que falta un cachito. Quería sacar la foto primero pero no puede resistir la tentación...

Se pone el pan de remojo en agua y después se escurre muy bien. Se le añade el limón rallado, la canela, el azúcar, el huevo, la taza de leche, la mantequilla.

Se trocean las almendras, las pasas y los dátiles y se añade también mezclando todo.

En una flanera o una lata de galletas vacía se pone caramelo líquido en el fondo y sobre él se añade la masa. Se cierra y se hace al baño maría en unas dos horas.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

"mojo queso" palmero

Ingredientes:

Queso ahumado palmero seco
Ajos
Pimiento verde
Agua
Sal marina de Fuencaliente

Rallamos el queso y el pimiento muy pequeño.
Se machacan los ajos con la sal en un mortero y se le añaden el queso y el pimiento rallados.
Vamos añadiendo un poquito de agua y se revuelve bien.
¡Listo para comer!


No pongo medidas porque eso depende de cada uno. Hay que experimentar.
Esta receta era de mi abuela palmera y a mí me la dieron así...

Dice mi madre que mi abuela tenía el queso fresco entero y siempre apartaba un trozo, que se iba poniedo duro, para hacer el mojo queso.

la hora del crepúsculo

Al ponerse el sol sobre el mar, inesperadamente, vimos el rayo verde. Era la primera vez y algo dentro de mí me decía que a partir de ese momento iba a poder disfrutar de esa ceremonia en algunas ocasiones más.

Fue en La Palma, junto a las salinas de Fuencaliente, una atardecer de verano. Habíamos estado nadando en el Atlántico, entre las rocas, todo el día. Allí hay un lugar único donde puede verse un camino en el mar. Se forma justo en el lugar donde se unen dos corrientes diferentes, la que viene del este y la que viene del oeste, y nace en la punta sur de la isla hasta perderse en el horizonte.

Pareciera que hay allí dos océanos diferentes que, por alguna razón oculta y misteriosa, no quisieran mezclarse, mostrando a todos su fuerza al mantener ese pulso imposible eternamente.

La inmensa energía de los volcanes, el extraordinario magnetismo de las profundidades de la Tierra, también puede sentirse plenamente allí. Fuego, océano y el cielo se unen para recordarte que sólo a veces, cuando ellos lo dispongan, te concederán la capacidad de sentir plenamente, como nunca antes lo has hecho, el don de la inmortalidad.

El capricho de la naturaleza, que nos dejó sin palabras y sin aliento durante unos minutos, marcó esos días largos, tanto como el camino que se perdía en la superficie infinita del mar.

Después del rayo verde llegó la oscuridad. La noche en La Palma, llena de estrellas, era menos noche que en otros lugares.